No es demasiado difícil averiguar de dónde procede el tomate que comes en una ensalada (que espero por tu bien que sea frecuentemente) o el filete de pollo del almuerzo. incluso puedes averiguar con facilidad el origen de un potaje de lentejas.
El problema está cuando comemos alimentos muy procesados, esos que aparecen bien envasados o enlatados y que son tan atractivos e irresistibles. En la actividad que te propongo, vas a investigar qué eran antes de llegar a tu mesa.
Vas a escoger entre una lista de 21 alimentos procesados: margarina, galletas, salchichas envasadas, caldo de pollo o pastillas de caldo, pan de molde, bollería, patatas fritas envasadas, cereales de desayuno, yogur de sabores, batido de chocolate, crema para untar de chocolate, cacao en polvo, paté, pizza precocinada, nuggets, ketchup, queso en lonchas, gusanitos, tomate frito, postres envasados tipo natillas y palitos de mar.
Una vez elegido tu alimento favorito, harás lo siguiente:
a) en casa:
1. Anota bien los ingredientes. No olvides ninguno.
2. Anota el nombre de la empresa fabricante y el país donde se fabricó.
3. Apunta los aportes extra que ofrece el alimento, como calcio, hierro o vitaminas...
b) en clase:
1. investiga el origen de cada ingrediente; busca una imagen de cada uno para que acompañe a la imagen del alimento procesado que elegiste.
2. investiga la empresa fabricante: averigua su país de origen, el tipo de productos alimenticios que ofrece y si dedica en su página web información sobre la calidad de los productos.
3. ofrece una conclusión en la que des tu opinión sobre el trabajo realizado y lo que has aprendido con él.
